martes, 21 de octubre de 2014


MI CULTURA COLOMBIANA 

LINEA DE TIEMPO 


La historia de la cultura colombiana

es muy amplia y llena de una riqueza en todas sus áreas y especialidades. Desde la época de la conquista, cuando los primeros aborígenes convivieron entre sus costumbres, ritos y conocimientos naturales, la cultura hizo parte de los indios en aquel entonces. 
Si bien, guardaban ciertas proporciones de cómo adaptar sus símbolos, adoraciones mitológicas y religiosas (Sol, la luna, las estrellas, los signos, dibujos, entre otros), acoplaron su ritmo de vida a su propia cultura. 



 poco a poco sus conocimientos a los habitantes, pueblerinos y en particular a quienes nacidos en América y en particular en la Nueva Granada, se encargaron de estudiar y profundizar el arte, la cultura, la pintura, la literatura y demás en las respectivas regiones.
Por ejemplo en la literatura sobresalieron los cronistas de indias (Juan de Castellanos), quien profuEn efecto, es en los siglos XIV-XV y XVI, que al llegar los conquistadores españoles acompañados de europeos cultos y amantes de la cultura del viejo continente, se mostraron muy interesados en conocer e investigar la cultura indígena y por supuesto, cada una de las tribus de aquel entonces.
Posteriormente en la Colonia, se incrementa ese interés de los europeos que fueron entregandondizó en cada una de expediciones de los conquistadores. De hecho los conocimientos venidos de Europa, enriquecieron aún más a los colonos los cuales aprendieron a ver a otros mundos mediante los libros y enseñanzas venidas de diferentes partes.
La independencia es la época que marca el inicio de una nueva forma de pensar en la Colombia de ese entonces (1700 -1810). Hubo varios personajes que se dedicaron desde muy temprana edad a cultivar varios géneros culturales ( Antonio Nariño, Camilo Torres, Francisco José de Caldas, Antonio Galán , Manuela Beltrán , Policarpa Salabarrieta, entre otros), que como la historia lo registra, fueron los próceres de la independencia de Colombia.
Ellos estaban dotados de conocimientos literarios, abogados, artes, etc, quienes inspirados por todo aquel mundo cultural europeo propicio un nuevo pensamiento en la parte cultural. 

De otra parte, es a partir de la época de la República hasta nuestros días (1835 a 1999), que Colombia registra una ola de valores y expresiones culturales en todo sentido. Personajes de la talla de José Hilario López, Tomas Cipriano de Mosquera, Rafael Núñez, Antonio Caro, Rufino José cuervo, Porfirio Barba Jacob, Juan Lozano, Tomas Carrasquilla, Baldomero Sanín Cano, Jorge Eliécer Gaitán, Germán Arciniégas, Gabriel García Márquez (Premio Nobel de Literatura), Álvaro Mutis, Alejandro Obregón, Fernando Botero, Omar Rayo, Enrique Grau, y Marta Senn, entre otros, son los cientos de colombianos que han enmarcado con lujo de detalles y dejado el nombre de Colombia muy en alto en el ámbito internacional en cada una de sus especialidades en la cultura nacional.

Edad media en la cultura Colombiana Búsqueda de nuestra identidad 



Ciertamente el término “Edad Media” es tan complejo, como compleja es la realidad de nuestro país. Para muchos “Edad Media” significa algo así como retrogado, oscurantismo, atraso de la ciencia y la razón, pérdida del valor del hombre en beneficio de la metafísica, manipulación de la Iglesia y otros muchos epitetos escritos en muchas ocasiones en el mármol de la conciencia de nuestro pueblo. Que muchas de esas cosas son ciertas no lo niega nadie. Que durante la Edad Media sucedieron eventos que hoy en día vemos como actos barbaros, no hay duda y que dichos actos barbaros fueron entonces vistos como expresión de una civilidad, es cierto. Sin embargo queda la pregunta: ¿es que sólo la Edad Media puede ser acusada de esa manera? ¿es que la edad antigua o la edad moderna son mejores? la prueba es nuestro tiempo: si la edad media es oscurantista, esta debería
ser su contraposición, es decir, iluminista y por ende completamente perfecta, deseable y ejemplar en comparación con la edad media. Sin embargo, la humanidad post-revolución francesa, la humanidad post-ONU, la humanidad post-científica y post-tecnológica, sigue siendo tan perversa, por no decir malvada, como aquella de la edad media.
Todo esto para explicar con qué concepto de edad media vamos a trabajar en este artículo con referencia a Colombia y en dónde y de qué modo vamos a ubicar ese medioevo colombiano.
La manera de entender el medioevo sólo se hace desde el medioevo mismo. De otra manera se peca de espectador lapidario que se oculta detrás de las tapias de la revolución francesa para arriba con el agravante de que la edad media no se puede defender en este momento, al menos de la manera en que los hace la arrogancia intelectual antropocentrista de nuestra época. La edad media en cambio sí puede defenderse y puede corrobar también mucho de lo que se le acusa.
Como no vamos a estudiar aqui lo que fue la edad media, sólo vamos a tomar algunos elementos de los que nos interesan para el tema y uno de ellos es el origen del nombre.
Edad media es un nombre teológico judeo-cristiano. Desde esa perspectiva, todavía hoy nos encontramos en la edad media. Teológicamente son tres las edades de la historia humana: una primer edad dorada que corresponde al mito del paraiso terreno en el cual la humanidad vivía en una total armonía con la naturaleza y con la divinidad. La pérdida de dicha edad dorada o paradisiaca hace que entremos a la “edad media” en la cual el hombre intenta la recuperación del paraiso pérdido. El triunfo del hombre se pone al fin del tiempo, cuando la divinidad abra de nuevo las puertas de dicho lugar: el retorno de Adán al Edén pérdido. Entre la edad dorada y la recuperación, está la edad media, por lo tanto, aún estamos en ella desde ese punto de vista.
La edad media tal como la entendemos, es antes que nada europea. Se dice “la china medioeval” en sentido de ubicación histórica, es decir, que durante el medioevo europeo, tal o cual evento pasó en China, cuya historia tiene sus propios factores de lectura. Este hecho nos ayudará también a entender lo que llamo la “edad media colombiana”: Cada pueblo tiene su propia lógica histórica, aunque esta se vea afectada por el encuentro o desencuentro con otros pueblos o continentes, como en efecto pasó con la llegada de los europeos a América.
Lo paradójico es que la edad media sentó ella misma los precedentes del iluminismo, del capitalismo, de la ciencia, descubrió a Aristóteles, previno la invasión musulmana a Europa, conservó obras artísticas y literarias de los antiguos y otros muchos elementos que hoy conocemos gracias a ella. El mismo índice de libros conservó muchas de las obras prohibidas que hoy se conocen desaparecido el índice prohibidor.
Colonia española en América
A Colombia le pasaba lo que a China cuando Europa estaba en su Edad Media: Nosotros en cambio no estábamos en ninguna edad media. El territorio colombiano estaba habitado por una infinidad de pueblos, muchos parientes entre sí, con diferentes grados de civilidad, entre los cuales destacan los muiscas y los taironas. En cuanto a los muiscas, pertenecientes a la familia chibcha procedente de América Central, vivían un proceso de consolidación cultural que los hizo la confederación de tribus más grande de Suramérica, con un sistema político que admira.
Las conquistas españolas detuvieron cualquier tipo de evolución cultural autóctono de nuestro pueblo y establecieron un sistema feudalista cerrado, sólido y aislado. Si bien el feudalismo hizo parte del medioevo, no se puede decir que todo el medioevo es feudalista. En el medioevo europeo, se dieron espacios de diálogo intercultural e intelectual muy importantes, aún en los momentos más álgidos de la inquisición. Por ejemplo, España tuvo por cinco siglos a los musulmanes en gran parte de su territorio y ello garantizó que Europa redescubriera a Aristóteles, olvidado por los europeos cristianizados, pero descubierto paradójicamente por los musulmanes quienes, con Averroes, se lo enseñaron a Tomás de Aquino.
Colombia medioeval: el patio de la sacristía
Entonces si no tuvimos una edad media a la manera europea ¿en dónde está nuestra edad media?
Aunque hayamos sido excluidos de la europeidad, siendo siervos del feudo europeo (criados de la mansión sin ser hijos de los amos), una cosa es cierta: Somos hijos de occidente. Usted se sorprende cuando algunos europeos de los de hoy y muchos estadounidenses y canadienses, se refieren al mundo occidental como sólo a ellos y excluyen a América Latina. De nuevo, siervos de la mansión, sin ser nada con los amos. Subsiste el pensamiento eurocentrista excluyente. Si en la actualidad los españoles vienen a Colombia o Ecuador, van a ser recibidos de una u otra manera como parte de la familia, gracias a la identidad hispánica de nuestros pueblos, que subsiste y no podemos negar. Pero los inmigrantes colombianos y ecuatorianos en España son vistos como raros sujetos, extranjeros que van a robar puestos de trabajo de los españoles. Se trata de la exclusión eurocentrista.
Como occidentales que somos, los latinoamericanos nos vemos obligados a vivir nuestra edad media. Es una regla, como lo es que los chinos no necesitan vivirla, porque no son occidentales. Por lo tanto, liberados del yugo español, nuestros pueblos entraron cada uno en su caos, en sus génesis, procesos, luchas y batallas por encontrar los caminos propios.

Actualidad de la cultura Colombiana 

Como consecuencia del aislamiento geográfico y la dificultad de acceso entre las diferentes regiones del país, se desarrollaron con el paso del tiempo subregiones muy distintivas y variadas culturalmente. Debido a la gran diversidad es difícil agrupar las diferentes subculturas del país, pero pueden considerarse a grandes rasgos las más representativas.
Ya desde la época precolombina se encuentran las primeras manifestaciones de la cultura colombiana, de la cual se conservan restos de las culturas Muisca(cerámica, vasos, estatuillas), Quimbaya (orfebrería), creadora de un auténtico tesoro de carácter funerario que se conserva en el Museo del Oro de Bogotá, yTayrona con sus grandes poblados, terrazas de cultivo, escalinatas, entre otras, localizados en la Sierra Nevada de Santa Marta.

Colombia es el hogar de más de 87 pueblos indígenas que usan 64 lenguas nativas pertenecientes a 22 familias lingüísticas; también, de varios millones de afrocolombianos; de más de 30 millones de mestizos; de 12 mil gitanos y de núcleos de inmigrantes en diferentes regiones. En el archipiélago de San Andrés y Providencia, la población mayoritariamente raizal habla inglés.

Nuestras artesanías típicas son apreciadas en el mundo entero: la mochila arhuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta, el sombrero vueltiao de las llanuras cordobesas, la hamaca de San Jacinto en Bolívar, los objetos de barniz de Pasto en Nariño, la cerámica de Ráquira en Boyacá, son algunos ejemplos de creaciones populares que compiten en belleza con las obras del arte llamado culto.
La música colombiana posee una enorme variedad. La de la región andina, de herencia hispánica, se apoya en los timbres de la guitarra, el tiple y la bandola, pero hacia el sur del país se enriquece con las flautas y tambores de las chirimías.
impuesto desde hace décadas el vallenato sobre ritmos más ancestrales como la cumbia y el bullerengue y en Santa Marta, Barranquilla y Cartagena cobran fuerza la champeta y el reggaetón.
La música afro de la región pacífica, con sus currulaos y alabaos, basa su fuerza en los tambores y la marimba, con un acento melancólico de origen indígena. Los grupos indígenas de la Amazonía cuentan con las flautas yuruparí y los tambores maguarés, ambos sagrados.
Se destacan, entre carnavales, fiestas y festivales:




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